lunes, 19 de octubre de 2015

7º Relato

La vida es corta, dicen. Y hay ocasiones en las que no sé cómo aprovecharla, hasta que veo sus sonrisas. Las sonrisas de mis amigos, las sonrisas de mis familiares. Pero hay una sonrisa que se me resiste y me siento triste por no conseguir sacarla.
Entre toda las personas a las que adoro hay una persona, una personita tan hermosa, tan inteligente, pero tan boba... Esa personita no se cree lo maravillosa que es. 
El caso es que esa persona creció y sus momentos de felicidad comenzaron a escasear. Cuando la conocí la sentí tan triste, que en seguida me enamoré de ella. Pero no un amor pasional, sino un amor fraternal, del que dan ganas de proteger a esa persona, de cuidar a esa persona, de amarla... Así que me decidí, trataría de que fuera feliz.
Hubo tantos momentos de risa, tantos momentos de pelea. Hemos llorado y reído tanto juntas, que no sabría contarlas. También ha habido decepciones, pero han sido decepciones fruto de la inmadurez de dos personas creciendo y haciéndose maduras. Pero esa personita no recuerda, que siempre está en mi corazón y tatuada en mi alma. ¿Por qué? Pues porque ha formado parte de mi vida durante mucho tiempo y me ha regalado tanto. Lo peor que podría decir quizás, es que me siento frustrada de no poder hacerla feliz como siempre he deseado. E incluso he llegado a llorar por ello. Sin embargo compensa cuando la abrazo y le muerdo los mofletes. Eso no tiene precio.
Compartimos tanto en común y somos tan diferentes, pero esas diferencias es lo que hace que nos queramos más y más. ¿Os cuento un secreto? Es tan especial. No quiere reconocerlo, pero es muy dulce, no quiere reconocerlo, pero es muy fuerte y no quiere reconocerlo, pero es una de las personas más maravillosas que he conocido y que jamás conoceré. 
El caso es que ahora está pasando por un momento muy duro de su vida. Un momento del que no sabe como salir, del que no sabe como dejar de sentir dolor. Y espero que se de cuenta de que no tiene que llevar sola esa carga, de que no está sola, de que hay gente que la apoya... como yo...
Y solo decirte que si alguna vez me necesitas, si alguna vez no sabes qué hacer ni con quien hablar, pues te digo por milésima vez. Aquí estoy.
Este relato es para todos aquellos que tienen a alguien especial y no saben como expresarlo directamente. Quizás os sintáis identificados y si es así, me alegro porque significa que tenéis personitas muy hermosas en vuestras vidas. GRACIAS!!

6º Relato (Sexta y última parte)

Año 2014. Su nombre ahora era Sofía. Ese día cumplía 19 años y ahora conocía ese dato. Moriría dentro de poco. Seguía recordando lo que había ocurrido en sus vidas anteriores. Sin embargo, lo había vuelto a perder. No tenía ninguna pista sobre él. Había vivido una vida agradable. Sin padres, sin hermanas, pero sin necesitar nada.
Estaba estudiando gracias a una beca, y en ese momento, había nacido en España. Aunque esa estaba siendo la era de la información, se le hacía imposible saber algo de ese chico.
Un día, se fue a una bibioteca para comenzar a estudiar los exámenes. Después de estar sentada estudiando, decidió tomar un descanso. Para ello, decidió conectarse un rato a la red con su portátil.
Tras conectarse, decidió buscar algo, sobre brujas. Y puso el año y la ciudad en la que murió.
Parecía que no había noticias, aunque eso no le extrañaba. Sin embargo, en el buscador destacó una página, una página que hablaba sobre un diario. Dio click con el ratón. El diario era de un muchacho, un joven llamado Dick que hablaba sobre la brujería. Se le llamó el héroe de las mujeres, puesto según aquel diario y la información que ponía, se dedicó a viajar salvando a mujeres condenadas por brujería.
Sofía dio un golpe de la mesa llamando la atención de todos. El hombre que la había condenado a ella y a sus hermanas, se había dedicado a salvar a otras. ¿Culpabilidad? No lo sabía, pero ahora lo odiaba mucho más.
"Veo que te interesa la historia de mi familia" dijo una voz de un joven tras ella.
Sofía sonrió. Siempre lo encontraba de la misma forma. Sorprendiéndola.
"Así que... ¿Este joven es tu antepasado?" le preguntó ella.
"Sí, es el héroe de mi familia. Mi nombre es David".
"Encantada David".
Ambos se dieron la mano. Sofía lo tenía claro. Ahora sí que iba a destrozarle la vida. Lo odiaba más que nunca y solo quería verle entre sufrimientos. Sin embargo, antes debía conocerlo más para saber dónde atacarlo.
Así pasaron dos semanas. Quedando y hablando.Hasta que un día ella fue a su casa.
David le sacó unos archivos.
"No me preguntes, pero mi familia guarda todos los papeles y archivos desde este tío. Y en éste está toda su historia."
Sofía cogió el libreto que David le extendió. Comenzó a leer. Al cabo de unos minutos, Sofía se quedó blanca. En ese documento, hablaba de que Dick, había traicionado al amor de su vida, por salvar a su hermana por el mismo motivo que condenaron a Monick. Por brujería.
Sofía comenzó a llorar. Entonces no sirvió de nada. Las maldiciones, los conjuros, los sacrificios de sus hermanas. Todo para nada.
Sofía empezó a llorar y David la abrazó. "Perdóname" le susurró. "Jamás quise traicionarte, pero lo hice únicamente por mi hermana y por lo mismo entiendo que me odies"
Sofía paró de llorar. Él se acordaba de todo. Sus vidas anteriores, Monick, sus hermanas. De todo. De algún modo el conjuro también le había afectado a él. Pero todo era demasiado. Había que asimilar demasiado y muy poco tiempo ya que mañana sería el día en que moriría. Huyó. Salió de la casa de David y se marchó. Así llegó la noche siguiente y Sofía se fue a un bosquecito para esperar su muerte. No podría cumplir su venganza después de aquello. Pero alguien se aproximó. Era David.
"¿Cómo supiste dónde encontrarme?"
"Mi corazón me lo dijo".
David se acercó a ella y se arrodilló delante suya. Ella lo imitó.
"He vivido tanto tiempo odiándote" dijo sofía,
"Y yo recordándote con amor" David cogió las manos de ella y ésta le sonrió. Ella también lo seguía queriendo. Pero algo ocurrió. David cayó al suelo con una daga en su estómago, pero no había sido Sofía.
Sangrante en el suelo le gritó a Sofía "Maldíceme, haz el conjuro y dejemos atrás las vidas para descansar y poder suplicar el perdón a tus hermanas".
Sofía se tumbó a su lado y recitó el conjuro. Tras terminar, lo besó en los labios y se clavó el puñal en el corazón. Había cumplido con su venganza.

Más allá, en otro lugar y tiempo, Lilian, Monick, Sam y Dick, se reunían solo con cariño en su corazón... y paz.
Gracias por haberme acompañado en esta hermosa aventura. Recordad: Compartid si os ha gustado!!

6º Relato (Quinta parte)

Ahora su nombre era Janice. Y ya había alcanzado los 19 años de edad. Había nacido en Francia, en 1770. El pueblo se alzaba en sus calles, ahullando por una república. Pero ella no pensaba en ello, no.
Desde que tenía uso de razón, había recordado su anterior vida, la muerte de sus hermanas y su venganza. En esta vida tampoco había tenido padres, pero, por primera vez, no había tenido hermanas. Toda su vida se vio obligada a buscar sin cesar, pero no le encontró.
Comenzó a vivir una época horrible, la gente pedía la sangre y la cabeza del rey. Janice estaba horrorizada. Los que respaldaban la monarquía comenzaban a caer y, aunque ella era indiferente ante este conflicto, también gritaba en favor de la república con tal de no acabar sin una pista de su objetivo.
Pasaban días, y la república estaba llegando. Las cabezas de los monarcas estaban clavados en estacas como símbolo de poder del pueblo, y Janice se desesperaba cada vez más.
Ya caminaba por las calles sin ningún motivo. No sabía por donde buscar.
Siendo ya de noche se dirigía a su hogar cuando alguien la asaltó. Amenazándola con estrangularla, le exigía alimento. Ella le rogaba por su vida y le decía que no tenía nada. Cuando tuvo una oportunidad, Janice forcejeó  con su asaltante hasta que consiguió hacerlo tropezar y caer al suelo. Janice abrió los ojos, era él. El hombre que la traicionó y la persona a la que había estado buscando estaba ante ella. Janice lo revisó atentamente y vio una medalla. "Eres un seguidor de la monarquía, y además confederado". Era perfecto, lo haría morir de la misma forma que lo hizo él con ella, condenado sin ningún crimen.
Cuando estaba dispuesta a gritar, él se levantó y la tiró al suelo tapándole la boca. y tras una lucha, él se la llevó.
Atada y amordazada en una casa abandonada. Vio como Dick se comía los alimentos de la cesta que llevaba con ella. Y así pasaron meses. Él le decía que quería soltarla, que no quería ésto, que sentía cosas horribles, pero que sabía que si lo hacía, él estaría muerto. Siempre le contaba cosas sobre él. En esa vida se llamaba Joel y tenía hermanos pequeños a los que tenía que alimentar. Ella no tuvo manera de escapar. Cada día lo odiaba más, o eso creía ella. Una noche entre esos meses, él la besó y Janice no supo que hacer. Quería asesinarlo, pero comenzo a sentir lo que antaño sintió por él y entre besos y caricias de cada noche, olvidó su sed de venganza. Al final de esos pocos meses, y confiando en ella, Joel soltó a Janice y ésta no escapo. Sin embargo, esa misma noche en que decidió quedarse con él, soñó, con sangre, corazones arrancados y lágrimas cayendo. Se levantó y lo recordó claramente. Y cuando estuvo a punto de clavarle un cuchillo en el pecho, sus manos aflojaron y lo dejaron caer.
Salió a la calle corriendo y gritando con los rostros de horror de sus hermanas en sus mentes. Las había traicionado a ellas y a sí misma. ¿Cómo había sucedido? ¿Por qué?

Corrió, corrió y corrió y no vio la carroza que se cruzó en su camino y, el que la asesinó. Murió en la misma fecha en su anterior vida.

6º Relato (parte cuarta)

"Dos sacrificios, dos corazones recién arranacados"
Monick abrió mucho los ojos y sacudió la cabeza con locura. Se levantó y se apoyó en una esquina aún negando con la cabeza. Sam y Lilian se miraron seriamente y ésta última se levantó para acercarse a su hermana. La tocó en un hombro y le dijo:
"Hermana, ya estamos muertas y será en valde si tú no nos vengas. La voluntad de Sam y mía es que ese ser pague por lo que nos ha hecho. Y si tú nos arrancas el corazón, eso te ayudará a recordar el motivo de nuestro sufrimiento." La voz de Lilian era penetrante y no lo dulce que era normalmente. Estaba tan furiosa que tenía la mandíbula y los puños apretados.
Iba a amanecer en un par de horas. Sam y Lilian estaban sentadas de rodillas con Monick enfrente de ellas. Las tres se abrazaron. Sin dejar pasar más rato, mientras Sam y Lilian sonreían y llenaban con amor los oídos de Monick, ésta, entre lágrimas y susurros de disculpas, atravesó los pechos de sus hermanas, con una mano a cada una, y, al sacarlas, sostenía en cada una un corazón. Los cuerpos, inertes y desangrándose, de sus dos hermosas hermanas, cayeron. Aquella pesadilla que tuvo, era una predicción y no le hizo caso. "Todo es por mi culpa" pensaba sin cesar. Pero se consolaba diciéndose que lo iba a arreglar. Dejó los corazones en el suelo. Derrotada, con el rostro lleno de sangre, polvo, lágrimas y sudor y con el pelo cayéndole por los ojos, llamó a la Diosa.
En el exterior comenzó a nublarse y a caer truenos. Una neblina se formó ante Monick y de esa neblina,surgió la figura de una mujer enorme y de un rostro que daban arcadas al mirar. La joven no dijo nada pues entendía que la Diosa ya lo sabía todo.
"Dos corazones por dos vidas reencarnadas. Mañana no será tu última muerte. Pero sólo te quedan dos oportunidades para hacer lo que debes así que aprovéchalas."
Las almas de Lilian y Sam se aparecieron y, tras sonreír dulcemente a Monick, se fueron junto a la Diosa. Y Monick se quedó allí, junto a los dos cuerpos de su hermana y deseando cobrar la sangre que le había sido arrancada.
La encontraron llena de sangre, junto a sus dos hermanas sin corazón. Sin embargo, no había rastro de este órgano.
Uno de los soldados la insultó, mientras otro vómitaba sin poder resistirlo. Monick no respondió. No le gritó a los soldados que esos corazones no se los había comido, como ellos decían, sino que sus dos amadas hermanas se habían sacrificado por urdir una venganza y que al menos ella consiguiera conseguir una paz que las otras dos jamás poseerían. No, ella no lo gritó.
Tras gritarle "bruja" e insultarla todo lo que pudieron, se la llevaron hasta el patio central. No querían tocarla apenas, ya que estaba llena de sangre. Llevaban junto a ellos los mismos amuletos que le impedían hacer conjuros, y con ellos la ataron a un póster de madera. A los pies de Monick, paja y a su izquierda, un sacerdote pidiendo por ella.

Un soldado prendió la paja. Comenzaron a maldecirla. Sin embargo, ella sonrió y gritó "Dos sacrificios he dado a cambio de dos vidas". Y mientras ardía, observó cómo una lágrima caía de alguien ocultado tras uno de sus verdugos.

jueves, 2 de julio de 2015

Introducción a la locura

Es la primera vez que hago un blog. La gente pensará que es una tontería pero... ¡Qué demonios! Yo estoy nerviosa. Las personas pensarán "Buah, otra tia más que está colgando en internet lo que piensa". Pues sí, lo soy, pero ¿Y?
Si escribo no es para que lo quiera ver toooooodo el mundo, es decir, me gustaría que las personas que lo lean piensen "jo pues a mí me ha pasado algo similar" o "vaya pues la chavala tiene razón" o quizás "lo que ha puesto me ha hecho reflexionar". Entiendo que habrá gente que lea y diga que no le gusta etc etc. Sin embargo, podéis hacerme críticas constructivas que las aceptaré. Solo quiero que no me insulten POR FAVOH.
¿Por qué este blog? ¿Por qué ahora? Bueeeno mis razones son muchas. Para empezar, la primera razón es porque me encanta escribir. Sobre cualquier cosa, de mí, de mi vida, de mis pensamientos, de los pensamientos de los demás, de una historia inventada por mí... Vamos que puedo escribir sobre la iguana de mi vecina que seré feliz haciéndolo. Segunda razón, porque si al hacer algo que me gusta, pues puedo ayudar a la gente al hacerlo, mejor que mejor. Y escribo ahora porque estoy en una etapa en la que puedo decir que he pasado por muchas cosas. Lo sé soy joven y eso, pero esto refuerza lo que digo ya que puedo escribir cosas que me han pasado (que son bastantes, buenas y malas) y las que aún me quedan por pasar. Así que, pues lo dicho espero que disfrutéis y recordad que solo soy una colgada más xD!
PD: Este blog irá innovándose así que puede que vaya cambiando. De nuevo gracias :)

6º Relato (Tercera Parte)

  Continuamos con la tercera parte de "Almas perdidas". 
Despertó en medio de la oscuridad. No sabía dónde estaba o qué era lo que había pasado. Sin embargo, descubrió algo a los pocos segundos. Nada había sido una pesadilla. El amor de su vida la había traicionado y la había condenado a ella y a sus hermanas.
Sam y Lilian estaban tumbadas, abrazadas y durmiendo placidamente. Monick se levantó. Tenía que sacarlas de allí. Así que lo único que pensó que podía hacer era usar su magia.
Se acercó a la ventana de su celda que daba directamente al exterior. La luna se reflejaba en los ojos de Monick. Ésta alzó las manos hacia la luna y cerró los ojos. Sin embargo, no pasó nada. Monick no notaba la energía fluyendo ni... ni nada.
"No te esfuerces"susurró Sam. Lilian seguía dormida. "Han puesto amuletos para bloquear los hechizos  entradas y salidas. Ya nos han comunicado que mañana nos quemarán en la hoguera. Lo bueno es que lo harán por la noche para que nadie arme un jaleo. Al menos moriremos sin abucheos".
Monick miró a Lilian. Se notaba en sus rosadas mejillas que se había pasado muchas horas llorando.
"Eso no significa nada" replicó Monick. "Nos maldecirán y si lo hacen no podremos...."
"...reencarnarnos" dijo despertándose la pequeña Lilian.
La ley de las brujas les decía que las almas siempre volvían. Así hasta que los espíritus se purifican.
Lilian se separó de Sam y recomenzó a llorar. Sam y Monick la miraron. Era tan joven y ya iba a ser condenada sin ningún crimen por el que ser castigada.
Lilian paró de llorar y alzó su vista. Sus ojos estaban furiosos y estaban tan oscuros que parecían no tener profundidad. Miró a sus dos hermanas y les dijo:
"No me miréis así. No estoy triste. La muerte no me asusta. Estoy enfadada por la traición de ese cobarde. Pero no por su traición a nosotras, sino por su traición a ti, Monick. Manchará con nuestra sangre sus palabras de amor vacías y quedarán escritas en la historia. Y me hierve la sangre con solo pensar que él continuará su vida y volverá mientras nosotras seremos eternamente castigadas."
Sam y Monick estaban anonadadas. No esperaban aquella reacción por parte de ninguna de las tres.
Dick, parecía tan bueno y comprensivo. Y parecía tan enamorado de Monick... Ésta quería odiarlo, pero no podía seguir siendo solo tristeza de pensar que tanto amor se había convertido en el motivo de su desgracia.
Sam observó a Monick durante unos segundos y acto seguido hizo lo mismo con Lilian.
"Hay una forma" susurró la hermana mayor.
Indicó a las tres hermanas a que hicieran un círculo sentándose a su lado. Tras hacerlo, Sam siguió hablando.
"Hay un hechizo que madre me confió. Ahora creo que lo hizo porque predijo esto que ha ocurrido. Permitirá a una de nosotras reencarnarse y vengarse de ese malnacido".
Miró a Monick y la cogió de las manos.
"Tú eres la única que puede hacerlo pues tu alma es la única que reconocerá a Dick en otras vidas. Aunque me pese decirlo, compartís un vínculo sagrado."
"No lo haré sin vosotras" replicó Monick.
"No tienes opción" dijo esta vez Lilian. "Es tu deber vengarnos".
Monick lo sopesó durante unos minutos en silencio y con los ojos cerrados. Finalmente, los abrió y asintió con la cabeza.
"¿Qué debo hacer" preguntó la joven.
"Debes invocar a la diosa de las almas perdidas Sefna.
"Pero no podemos hacer hechizos"
"Una invocación nunca fue un hechizo, es una llamada. Después deberás hacer un intercambio con ella. En resumen, es un trato"
"¿Qué clase de trato?”
Espero que les guste el desarrollo de la historia tanto como a mí me ha gustado escribirla.

miércoles, 24 de junio de 2015

En sus zapatos

Ayer vi esta película que fue estrenada hace 10 años. "En sus zapatos". Es una película protagonizada por Cameron Díaz y otra que no sé cual es su nombre pero cuyo papel creo que hizo a la perfección. Desde el comienzo hasta el final no me reí ni una sola vez así que yo no la categorizaría de "comedia". Su trama consta de dos hermanas: una que es abogada y cuyos complejos la hacen ser insegura y la otra que es una golfa (adivinad a quien interpreta nuestra Cameron); y cuyas vidas atraviesan no los mejores momentos. La verdad es que la película me gustó de verdad. No me pareció el típico film comercial llevado al absurdo al que estamos acostumbrados hoy (cierto y verdad que esta película data de 2005). Sin embargo, es un film familiar que observa como los lazos familiares pueden romperse estrepitosamente y como una de las hermanas la cagó también de manera importante. Pero, lo que más me gustó de toda esta trama fue la moraleja final que saque en claro de todo ello y es que aunque las personas comentan errores y hagan daño a las personas que pueden ser las más importantes de su vida, aquellos a los que se les falla son capaces de perdonar, porque no hay nada más importante que tus seres queridos. Ah sí, y lo segundo que me impactó y por lo que quise meterme dentro de la película fue para arrancar de aquel armario de una de las protagonistas tal cantidad de zapatos. ¡Madre mía! Sin embargo, lo único que no entiendo es ¿Cómo una abogada que está en un bufete de abogados que parece inmensamente importante (y en E.E.U.U) puede vivir en un apartamento tan cochambroso? Pero tiene zapatos carísimos en el armario. Contradicción acaparando toda mi mente. Pero de verdad, de verdad de verdad, recomendaría ver esta película. Quizás no en un día especial con tu pareja, pero sí en un día en el que antes de dormir o en una tarde en la que no tengas ganas de hacer ni de pensar en nada puedas ver esta película. Con todo lo dicho, le daría a esta película un 7. 

viernes, 1 de mayo de 2015

6º Relato (Segunda parte)

Seguimos con la 2º parte de "Almas perdidas". Espero que disfrutéis de cómo se desarrolla la historia.

Mirara por dónde mirara, solo veía un rayo de luz en medio de tanta oscuridad. Giraba su cabeza de un lado a otro desesperada por encontrar a sus dos hermanas.
Aunque su intención era esa, no llegó a proferir el grito que ahogaba su garganta. Sus dos hermanas, en el suelo, inertes y rodeadas de sangre. Y ella, en cada mano poseía un corazón de cada hermana. "Dos corazones llenos de amor, por dos vidas reencarnadas te doy". Eso fue lo último que oyó, antes de despertarse, sudando, y con el terror y las lágrimas bañando su rostro.
En mitad del bosque, los pájaros eran los que les anunciaba la mañana a aquellas dulces hermanas. Las tres se despertaban y desayunaban juntas. Sin embargo, aquella mañana fue diferente.
Antes de que ningún pájaro cantara, antes de que el sol anunciara su llegada, alguien entró en la habitación de Monick. Ésta se desperto con un grito al notar a su hermana pequeña, Lilian, saltando encima de su cama como una lunática.
"Lilian"susurró Monick "¿Qué te pasa?".
Lilian la miró con ojos apenados "Quería ser la primera en felicitarte, asi que felicid..."
"dades" continuó Sam, la hermana mayor. Al ver que se le había adelantado, Lilian le sacó la lengua a Sam.
Monick sacó la mejor sonrisa que tenía y, cuando Sam se aproximó hasta la cama de Monick para sentarse, ésta, abrazó a sus dos hermanas con toda la fuerza que pudo.
"Chicas" dijo Monick tras esos segundos de abrazos entre las tres "Esta es la gran noche".
Las muchachas comenzaron a reír y a jugar con las almohadas, mientra el sol saludaba haciendo entrar los primeros rayos de luz por la ventana de Monick.
Después de lavarse, desayunar y hablar, las tres jóvenes se pusieron en marcha.
"Para esta noche necesitamos: flores, agua del lago, un cuenco sagrado y sabia de eucalipto" citó Sam.
Tras decir esto, las hermanas comenzaron a buscar los ingredientes que Sam había nombrado previamente.
Gracias a que vivían en un bosque, y eran tres brujas que podían convocar plantas, no les fue difícil encontrar todo lo que era necesario.
Pero, no podían evitar estar nerviosas. Aquella era la noche más importante desde hacía años. Ya que, tras la muerte de su madre, habían tenido pocos motivos para festejar. Y la boda de Monick con Dick era la mayor razón para celebrar y hacer una fiesta aquella noche.
Al otro lado del bosque, en el poblado, un hombre también se preparaba para su enlace matrimonial. Las tres jóvenes, estaban sorprendidas que Dick hubiera aceptado aquella boda de celebración "pagana". Sam y Lilian siempre le recordaban a Monick lo afortunada que era tras haber encontrado un hombre que la comprendiera y la hiciera feliz. Dick no tenía familia, pero sí un trabajo y buenos sentimientos.
La oscuridad se acercaba y con ella, la hora del ritual. Los nervios de Monick aumentaban.
Sam y Lilian se habían quedado en el bosque, esperando a que llegara Dick mientras ella terminaba de prepararse. Al ser la primera hermana en casarse, Sam y Lilian le hicieron ponerse el vestido de boda de su madre. Y cuando el lobo aulló con su más fuerte voz, Monick sonrió. Había llegado el momento.
Salió del calor de su hogar y se aproximó al lugar del encuentro.
La boda se celebraba en un claro del bosque. Todo estaba realmente bonito y la luna alumbraba más que ninguna otra noche. Parecía estar contenta con aquella celebración. Había un Cuenco de oro sobre una gran roca con agua dentro de ella, muchas flores y un lazo rojo. Lilian iba vestida con sus ropas de siempre. Sam llevaba una túnica roja, según ella, para honrar el amor de los novios.
Lilian estaba emocionada. Se acercó a Dick y le tocó el hombro. Dick se dio la vuelta. Al joven le sorprendía que la más joven de las tres hermanas, fuera la única que lo superaba en altura.
"Cuida mucho de mi hermanita. Ella te necesita para ser feliz".
Dick sonrió, le acarició la mejilla y asintió. Entonces, Monick apareció. Un sonido hermoso sonaba, pero no había ningún instrumento a la vista. Dick estaba asombrado. Su joven novia llevaba un vestido blanco ceñido, y una corona de flores. Ambos se dieron la mano y continuaron hasta el altar. Monick sonreía ampliamente, pero Dick no. Y esto la preocupo en exceso.
Tras un rato de ceremonia, Sam pronunció las palabras "y así, este lazo os une" y el lazo se anudo solo a las muñecas de la pareja, "y la luna os bendice" y volvió a descender el polvo plateado de la otra noche.
Pero antes de decir nada más, Dick se apartó y caminó hacia atrás. Las tres hermanas lo miraron serias y monick fue la que pregunto, "Dick, ¿Qué ocurre?"
Pero al terminar la pregunta, un puñado de homres armados agarraron a las tres muchachas. Sam y Lilian gritaron de horror, pero Monick no.
"Aquí tenéis a las hijas de Satán, son todas vuestras. Castigadlas por vivir en la magia negra"
Dick se marchó sin mirar atrás, lo último que oyó fue los llantos de Lilian y Sam y su nombre gritado en boca de su casi esposa Monick, la mujer a la que había traicionado.
Se marchaba. Aquel desgraciado se marchaba y no se atrevía ni a volverse para mirar por última vez a su víctima. Monick sentía que el fuego le ardía en la sangre. Era cómo si en cualquier momento fuera a explotar. Pero en lugar de eso, se cubrió de fuego y aquellos que la aprisionaban la soltaron quemados por las llamas. "Monick no" gritaba Sam. Aquella muestra de magia más las había condenado del todo. Monick alzó su mano apuntando hacia Dick y cuando un rayo de fuego iba a salir de su palma algo la golpeó. Todo se volvió completamente negro.
Espero que esté gustando la historia. Recordad que esto es una segunda parte y que la primera está en la entrada anterior. Compartid, dadle a me gusta, comentad (me encantan las opiiniones críticas pero agradecería nada de insultos) y disfrutad, esto ante todo. 
¡Muuuchas gracias!

miércoles, 15 de abril de 2015

6º Relato (primera parte)

He titulado a este relato "Almas perdidas" espero que os guste!!
¿Qué serías capaz de dar a cambio de destruir a aquel que te destruyo primero?
En el siglo XV los años pasaban con destrucción, guerras, enfermedades y desconfianza. En esta era nadie se imaginaria que alguien fuera feliz. Pues esto no era así.
En una aldea perdida en Rumanía, la gente no vivía aislada de los problemas que surgían en el resto del mundo. Sin embargo, eso no impedía que a veces se celebraran fiestas y bailes en dicha aldea. En un bosque cercano donde solo habitaba la naturaleza había una cabaña. Pequeña, de madera y piedra, y que desprendía calor y alegría. Con pequeños huertos que eran suficiente para alimentar a los habitantes de allí.
Aunque la noche era de terror para la gente del poblado la noche era su mayor alegría y la luna su mejor amiga.
Cuando todo el mundo dormía en sus casas en el poblado y abrazados a sus familias, la fiesta comenzaba en el interior del bosque. Una hoguera iluminaba un claro en ese bosque y también a tres chicas jóvenes que bailaban alrededor de ella al sonido de una dulce melodía, la melodía de una flauta. Este instrumento lo tocaba un muchacho, joven también. Las tres jóvenes reían, saltaban y danzaban. Para ellas era como un juego, un juego propuesto cada noche por sus amigas las estrellas.
Eran tres hermanas, nacidas de la misma madre y de padres distintos y dotadas de increíbles dones. Por culpa de ello la reputación de Isabel era dudosa. No solo porque los hombres variaban en su vida, sino porque todos acababan enterrados bajo tierra. Isabel era una mujer hermosa, tan hermosa que la gente comenzó a sospechar y a rumorear acerca de ella y, por esta razón, se aisló en el bosque.
La mayor de las hermanas era llamada Sam con 22 años de edad. Al morir su madre, Sam se encargó de hacer feliz a sus hermanas y criarlas para ser mujeres libres y humildes, por ello dejó de pensar en matrimonio e incluso en hijos y familia. Sus hermanas menores eran su mayor prioridad; la mediana llamada Monick con 19 años, rebelde, compasiva y luchadora. Era la más fuerte de las tres y la única que se llegó a escapar de su hogar y sus hermanas para visitar el poblado; y la más joven Lilian, con solo 14 años de edad. Era la más dulce mas no inocente. Sabía perfectamente los peligros que había en el exterior y no le importaba enfrentarse a ellos. Desde luego era la más valiente. También era la más gentil de las tres. Aunque pareciera de cuento de hadas, los animales se acercaban a ella, al principio con desconfianza, pero después la seguían a todas partes.
Eran todas muy parecidas físicamente, pero, aunque todas sacaron la singular belleza de su madre con su similar rostro, tenían diferencias bien marcadas. Sam era rubia, Monick con un color rojizo como el fuego y Lilian con el pelo negro cual carbón y las tres tenían un pelo largo y rizado que bailaba junto a ellas y a compás del viento. Sus ojos, también eran oscuros y hacían resaltar aún más la belleza de Sam, Monick y Lilian. El joven que sonreía mientras les otorgaba música con su instrumento, se llamaba Dick y también era un joven de singular atractivo. Con su largo pelo castaño y sus ojos verdes, Dick conseguía endulzar a todas las muchachas del poblado. Pero en aquella ocasión, sus ojos estaban fijos en una sola muchacha.
Dick, como en muchas ocasiones se la quedó mirando y dejó de tocar. Las tres hermanas dejaron de bailar lamentadas de que se terminara aquel dulce sonido. Sin embargo, una de ellas, sonriendo, se adelantó, se arrodilló para ponerse a la altura del joven, que se hallaba sentado en la hierba del bosque, y le besó dulcemente en los labios. Monick y él se observaron con amor. Lilian y Sam se abrazaron mientras miraban felices a su hermana. Aunque al principio no aprobaban aquel amor, poco a poco y al ver lo mucho que se querían, no pudieron seguir oponiéndose. Y es que ese amor surgió de uno de los momentos de rebeldía de la hermana mediana.
En aquella misma nocheMonick siempre agradeció haber desobedecido a Sam por aquella ocasión. Monick se alejó de Dick lentamente para volver a estar junto a sus dos hermanas. Las tres contemplaron a Dick y éste las miró con curiosidad, aunque pensó que ya no habría nada que pudieran hacer para sorprenderle. Evidentemente el chico se equivocaba. Cuando se trataba de ellas, siempre ocurría algo asombroso, algo verdaderamente…mágico. El viento empezó a soplar fuertemente, el fuego se apagó en un segundo y la luna ya solo parecía alumbrar a las tres muchachas como si quisiera brindarles la atención que ellas se merecían. Dick comenzó a abrir la boca lentamente.
Aquella era una imagen terroríficamente hermosa. Un polvo plateado comenzó a bajar del cielo nocturno como si se tratara de polvo de estrellas y cubrió a las tres jóvenes. Éstas respiraron con los ojos cerrados y comenzaron a flotar en el aire lentamente. Dick cerró la boca al fin y comenzó de nuevo a entonar aquella melodía sin perder de vista a aquellas hermanas ni un solo instante y las tres muchachas volvieron a danzar de nuevo en círculos, aunque ahora lo hacían en el aire. Flores hermosas comenzaron a emerger y, en pocos minutos aquello se convirtió en un campo lleno de hermosas rosas, lirios, margaritas y muchas más especies de flores. A Dick comenzó a embargarle aquel dulce olor a flores frescas y eso hacía que quisiera tocar más y más endulzado por aquella escena.
Tras un rato de baile, las hermanas comenzaron a bajar, el fuego volvió a aparecer y aquel polvo platino desapareció, mientras todas las flores nacidas se marchitaban. Dick también dejó de tocar, arrojó la flauta al suelo y corrió junto a Monick cuando ésta estaba ya en tierra. La cogió dulcemente de la cintura y la besó.
"Es hora de que te lleve a ti y a tus hermanas a tu casa" Le susurró.
Monick iba a replicar cuando oyó el bostezo de Lilian y, finalmente, asintió con una expresión de aburrimiento en su rostro.
Cuando estaban ya en su hogar, Monick y Dick fueron los últimos en despedirse.
"Estoy deseando que llegue la noche de mañana" anunció Monick. y corrió dentro de su hogar para disfrutar de sus dulces sueños.
Dick se quedó unos segundos en la puerta. Hacía ya semanas que sabía que Monick y sus hermanas eran brujas, sin embargo, aún le sorprendía el alcance que podía llegar a tener aquella magia.
Tras aquel momento de pensamiento, se dio media vuelta y se internó en el bosque para regresar al poblado y dormir en su cama. Sin embargo, antes de marcharse y, siendo la luna la única testigo, susurró:
"Y yo".
Recordad que podéis comentar, compartir y. sobretodo, disfrutar. GRACIAS

lunes, 23 de marzo de 2015

Un pedazo de mí (5º relato)

Hay ocasiones en las que no entiendo el mundo. ¿Para qué sirve hacer llorar a una persona? ¿Qué es lo que gana el mundo con ello? No puedo pensar en el dolor que siento en mí cada vez que alguien sufre. Es increíble ver cómo personas disfrutan destruyendo a las personas. A veces pienso que los sentimientos son algo poderoso, sin embargo, también son tan frágiles y fáciles de destruir, sobretodo si son emociones hermosas y que pintan de color el mundo. Camino por las calles observando; las personas, las luces, animales. Escucho cuando hablan, ríen e incluso cuando lloran. Hay tantas mentes en el mundo, tantos pensamientos. Poco a poco se olvidan de lo que está más allá de nuestros propios corazones, de lo que significan los lazos y lo que otros pueden sufrir.
Llego a casa y hablo con personas, familia, amigos. Me siento tan triste cuando soy incapaz de levantar el ánimo a una persona. Es una oscuridad que me consume poco a poco y que cada vez hace que sea más difícil levantarme. Pero siempre hay una mano que me sostiene y que me ayuda a fortalecerme. Y como esa mano llega a hacerme más fuerte y resistente, quiero llegar a tender esa mano yo también.
Sentimientos y emociones terribles: la perdida de un ser querido; el dolor de que alguien te abandone; la sensación de una soledad eterna; la sensación de que decepcionas a alguien; el agujero que se te abre en el pecho cada vez que haces llorar a alguien cuando querías hacerle feliz.
A estos se anteponen otras clases de sensaciones; el olor del café recién hecho por las mañanas; el sol acariciando tu rostro; la luz de la luna; la caricia de una flor en tu cara; la sonrisa de un desconocido; la sensación de ser una persona única para otra; cuando simplemente llamas a tu mascota y esta te responde con amor; los cosquilleos en ese maldito estómago que te hacen saber que sientes respecto al otro; una cita; un beso; una caricia; un abrazo; todas estas tres últimas cosas juntas.
¿Qué prevalece? ¿Qué es lo más fuerte? Es tan impresionante que, aunque tengamos los mejores recuerdos y sean mayores que los tristes, éstos últimos nos hagan sufrir mas de lo que los otros nos hacen ser felices. O al menos, eso es lo que piensan muchos. Levantarse, mirar al cielo, llorar de felicidad, gritar "Estoy viva", oler la lluvia. Todo esto es lo que tiene que hacernos ver que somos humanos y tenemos todo lo bueno a nuestro alcance. Es difícil, no lo niego, pero si nosotros no lo hacemos, ¿Quién lo hará?
Espero que os haya gustado, recordad, compartid, comentar y, sobretodo, disfrutad.

domingo, 15 de marzo de 2015

4º relato

Miedo, ese sentimiento tan maligno que nos paraliza de tal forma, que no nos deja avanzar. Esta historia trata de un chico y este sentimiento, de cómo llegó a aceptarlo y a superarlo... ¿O quizás no?
Su mundo era tan incierto. Veía la felicidad tan lejana a él. Nunca empezaba nada, por miedo a no terminarlo. Su familia dejó de intentar que se esforzara, sus amigos dejaron de intentar hacerle ver la luz, incluso, la chica que lo amaba, se marchó, harta de llorar cada noche por no hacerle poder entrar en razón. Ni siquiera él mismo sabía cuál era su problema. Dejó de sentir que todo valía la pena, que no había nada para incentivar las capacidades que él podía desarrollar. "Él mundo es un lugar perverso", se repetía a menudo en sus pensamientos.
Un día, el correo llamaba a su puerta. Estaba en casa, solo. Le daba igual. Llegó hasta la puerta y el cartero le entregó una carta certificada. El muchacho se extrañó, la carta iba dirigida a un hombre, un hombre que no vivía allí. "Disculpe"le dijo al cartero. "Aquí no vive nadie llamado así". El cartero sonrió. "Pues la dirección está clara, así que no creo que haya error". Y tras decir eso se marchó.
El joven, frunciendo el ceño, miró la carta atentamente. Miró el destinatario. El nombre era Miguel. Abrió su portátil e intentó buscar en google con el nombre de su pueblo y el del destinatario. Descubrió que era el antiguo dueño de la casa en la que vivía y que había muerto hacía años.
Sin más dilación, abrió la carta. Si estaba muerto, no era un delito ¿No? Además hacía mucho que no le interesaba tanto algo. Comenzó a leer.
"Querido Miguel: No sé cuánto aguantaré en esta batalla y me queda tan poco tiempo, pero miro al cielo y me sigue pareciendo hermoso. El humo hace que me lloren los ojos, o esa es la excusa que pongo cada noche antes de dormir. El mundo está tan destrozado. Cada milésima de mi piel tiene la sospecha de que es mejor morir, hasta que los momentos me vienen a la mente. Los momentos contigo, Marisa y Elisabeth. Vuestros rostros, vuestras palabras, vuestros sentimientos. Esta guerra no es más que un intento de volver a separar al hombre de su cordura, pero yo resisto. ¿Sabes por qué? Por amor. Puede que muera joven, pero lo haré sabiendo que no he desperdiciado mi vida. Que he reído, llorado, amado, gritado. Todas estas cosas me hacen que esas lágrimas que recorren mi cara, sean de felicidad. He vivido mucho y también sufrido, no lo niego. Pero todas esas sensaciones las he tenido y eso es alguien que nadie me podrá arrebatar. Aunque sea en forma de nube, viento, espíritu o flor, sé que volveré a veros y, felizmente, gritaré "Estoy vivo" aunque no esté en carne y hueso. Por darme todo esto y por hacerme ver esto os digo: Gracias.
El muchacho, con lágrimas en los ojos salió de su casa, no dijo nada, solo corrió y cuando ya no pudo más se tumbó en el suelo en un parque y allí, volvió a sentirse tan vivo, que su piel vibraba más de lo que había vibrado jamás.

jueves, 15 de enero de 2015

3º Relato

Erase una vez una llama.. una llama pequeña, dulce e inocente. Esa llama originaba una luz tan hermosa, que hacía que todos se acercaran a tocarla. Sin embargo, todo aquel que, engañado por al dulzura de la llama, se acercaba, salía dañado por ella. Debido a esto, la llama estaba todos los días embargada de tristeza y soledad. No sabía cómo hacer para que su tacto no hiciera daño a todo aquel que se acercaba. Solo había alguien con quien podía hablar sin que resultara dañado, pero eran pocas las ocasiones en las que se encontraban, ya que solo lo hacían cuando soplaba el viento.
Una vez, la llama le preguntó al viento que por qué resultaba tan dañino para los demás y éste le contestó, que aunque para algunos resultara peligroso, para otros era lo más importante, puesto que les proporcionaba luz y calor.
Una noche, una nube, celosa de la belleza de la dulce llama, quiso apagarla para siempre. Para ello, pidió ayuda a su hermana, una nube de color negra. Ambas, con los malos sentimientos puestos en sus corazones, se unieron a fin de hacer que aquella llama dejara de brillar. La nube negra, comenzó a atacar con una tormenta a la pequeña llama. Ésta, asustada del poder de aquella nube, huyó lo más lejos posibles, a fin de poder esconderse y refugiarse, puesto que, si alguna de las gotas que aquella nube arrojaba la tocaba, dejaría de arder y moriría.
Al cabo de un rato de correr y correr despavorido, la llama pudo refugiarse en una cueva que había encontrado por casualidad. Allí, pudo esconderse de aquella malvada nube que la perseguía para obligarla a dejar de emitir luz y calor. La noche pasaba y la lluvia que lanzaba aquella nube oscura no cesaba. La llama no sabía qué hacer, pero miraba el lado positivo "Así al menos ya nadie se acercará a mí y no la dañaré". Pero aunque la llama pensó eso, no pudo evitar sentirse sola. No quería hacer daño a nadie pero ¿Le compensaba que no pudiera hablar con nadie, ni reír o llorar con nadie? Se sentó en el suelo de aquella cueva y, con la cabeza agachada, esperó.
Entonces, ante los ojos de la llama, algo comenzó a tomar forma. De la lluvia, nació una gota de agua, y ésta, se la quedó mirando. Ambos no hablaron y la gota comenzó a acercarse a la llama. Ésta le suplicó que no lo hiciera, pues ella lo apagaría a él, e incluso podría hacerle daño a ella. La gota le sonrió y continuó acercándose a él. Tras posicionarse a su lado, se sentó junto a él.
La llama estaba intrigado. Habían pasado horas y ninguno de los dos había hablado. La llama únicamente veía cómo la gota de agua sonreía sin pronunciar palabra. La llama vio que paró de llover y decidió salir de aquella cueva. Mientras se alejaba, vio como la gota le seguía sonriendo sin levantarse. Atraída por la curiosidad, la llama fue al día siguiente a la cueva y se sorprendió que la gota seguía allí sin moverse y sonriendo. Tras varios días, la llama fue yendo a la cueva cada tarde y vio cómo la gota seguía allí.
Una tarde, la gota, al ver llegar a la llama le dijo "Te he estado esperando" con una sonrisa. A partir de ese momento, ambos compartieron su vida hablando y sonriendo. Por primera vez, la llama tenía una amiga. Después de semanas de amistad y risas, la gota le dijo que quería tocarle, pero la llama se rehusó. No quería hacerle daño. La gota le dijo que prefería ser completamente feliz en ese instante, que vivir una vida triste por no poder sentir su contacto. La llama pensaba en lo triste que estaría si a ella le pasara algo. Pero ella tenía razón, si habría un único momento en el que pudiera sentir el contacto de otro, prefería que fuera ese. Así, La llama abrazó a la gota y ésta, sonrió dulcemente. Aunque la llama pensó que ocurriría algo terrible, pasó algo totalmente diferente: Ambos se convirtieron en vapor y, juntos, pasaron una vida de sonrisas, amistad y felicidad.
Si os ha gustado dad a "Me gusta", compartir y esas cosas.. Si queréis seguidme y si no seguiréis siendo felices y eso espero. GRACIAS POR LEER!!